No le temas al error para alcanzar el éxito.

El error se define como aquel juicio falso o concepto equivoco de las cosas. Aunque también se puede decir que es un vicio del consentimiento causado por equivocación de buena fe. Esté anula el acto jurídico si afecta a lo esencial de él o de su objeto. Bueno, se puede definir de varias maneras pero en el día de hoy hablaré del error por consecuencias de nuestras decisiones. Nacemos siendo personas perfectas y por perfección hablamos de comenzar nuestra infancia desde cero. Sin haber cometido ningún tipo de error. Llegamos a este mundo no conociendo nada. Sólo comenzamos a crecer para aprender. De hecho, vamos poco a poco tomando diversas lecciones desde nuestros comienzos y no aprendemos rápido. Tenemos que persistir para lograr caminar, hablar, comenzar a escribir, poder entender nuestro entorno y en fin así vamos elevando nuestro conocimiento, pero no por ello significa que no hemos cometido errores en el camino. Sólo persistimos, pero ¿por qué llegamos a una etapa en nuestras vidas dónde dejamos de persistir y de creer en nosotros mismos? ¿Será por quienes no creen en nosotros ? Ó, ¿será por miedo a errar y ser criticado por los demás?

Hoy tocaré este tema, porque quiero explicar que el éxito de nuestras decisiones no se logran sin cometer errores. Nadie está exento a comer arena antes de lograr el éxito de nuestras creencias a nivel profesional, sentimental o personal. No siempre llegamos a lograr lo que deseamos; simplemente porque no buscamos otros caminos que nos lleven a nuestra meta. Hablemos de los problemas más comunes que cometemos antes de llegar a nuestro objetivo. Bueno, esto es una receta para que vean dónde están fallando. Lo primero que debemos de darnos cuenta es que tendemos a obsesionarnos con una idea. Me preguntarán, ¿por qué está mal obsesionarnos con una idea que creo profundamente en ella? No es que sea malo hacerlo, pero les explicó que en muchas ocasiones al obsesionarnos de una idea, un pensamiento u alguna opinión no nos da la opción de ser críticos. Dejamos de escuchar otras ideas u opiniones de los demás y desacreditamos quizás lo que puede ayudarnos a lograr lo que queremos. Por no dar ese paso de no escuchar a los demás podemos hasta perder personas de nuestra vida. Se debe ser siempre abierto a las posibilidades, con esto no digo que debemos dejar de creer en nosotros mismos. Sólo debemos ser personas con pensamientos neutrales.

El segundo punto es uno muy clave, pero citaré a José Bergamín Gutiérrez, escritor español que cultivó el drama, el ensayo y la poesía. Este dramaturgo expresó lo siguiente: “ En ciertos momentos, la única forma de tener razón es perdiéndola. ” ¡Muy profundo este pensamiento! ¿No creen?, pero tiene lógica. A veces, nos basamos en discutir con los demás por estar hablando del mismo tema. Si te enfocas en darle vuelta al mismo asunto no lograrás lo que deseas. ¡Piénsalo! Frenar nuestra razón por un momento nos puede evitar enemistades y fuertes discusiones. El tercer punto es perdonar. El orgullo nos ciega. En muchas ocasiones vemos el perdón como símbolo de vulnerabilidad. Sin embargo, perdonar es romper cadenas. Es dar un paso a la felicidad y nos libera de ser esclavos de nosotros mismos. En mi pasado escrito llamado: “¡Vamos a levantarnos!” había hablado de lo importante que es perdonar. Este punto es vital para todo en nuestra vida.

¡No busquemos culpables! Es otro de los puntos importantes al alcanzar el éxito. Buscando culpables no aprendemos. Sea que lo hayamos hecho mal o no hayamos cometido, el problema que enfrentes está presente. El buscar culpables te hace perder el control de las cosas y de tú vida. Otro punto que no es favorable es que si realmente sabes que tienes culpa de tus actos debes de dejar de presionarte, ósea dejar de darle mente a lo ocurrido. Recuerda que lo que ya pasó no se cambia. Éste es el error, de los errores. ¿Por qué lo consideró de esta manera?, simplemente porque son pensamientos de un perdedor. Es perjudicial darnos un cargo de conciencia. Este tipo de reclamo interno nos hace llegar a pensamientos tan negativos que nos hace dudar de nosotros mismos. No está bien llegar al punto de la ansiedad u la depresión por algo que ya ocurrió. Así que no quiero que se victimicen de las cosas que pasen. Solo aprendan porque de eso se trata.

El próximo punto trata sobre el andar tropezando todo el tiempo con el mismo error. Se dice que caer una vez es culpa de la piedra, pero caer dos veces en el mismo lugar es culpa nuestra, porque ya sabíamos de ella. Bueno… con esto quiero decir que  los errores se aprende y si no aprendiste de ellos volverás al mismo núcleo. Esto pasa mucho en las relaciones sentimentales. ¡Tristemente!

Bueno, Ya tenemos muchos puntos al momento, pero este que voy a decir ahora es uno que muchos de nosotros tenemos que prestarle atención y esté es el ser perfeccionistas. Aunque no es malo serlo, también tenemos que aprender que puede molestar. La mayoría cree que la perfección está en hacerlo todo al pie de la letra. Esto lo ocasiona el querer impresionar o no querer escuchar criticas. Siempre habrá alguien que critique haciendo las cosas bien o mal. No digo que tienes que ser una persona despreocupada y abandonada. Solo digo que el término medio de las cosas hace que no nos desilusionemos de lo que escuchemos por parte de los demás. Por último, el creer y pensar que buscar ayuda está mal. No es malo. Siempre buscar un recurso que haya pasado por el mismo proceso que estemos pasando y aunque no todos los resultados son iguales, podemos recibir buenas referencias de aquellas personas que hayan pasado por el proceso que estemos afrontando. La clave del éxito está en no desistir y buscar las herramientas necesarias para alcanzar lo que deseamos. En otras ocasiones sólo se trata de buscarle la vuelta a las cosas, pero no es en obsesionarse. Recuerda que lo que está para tu vida simplemente llegará. El éxito está en creer en nosotros mismos día a día. ¡Supérate!

Para volar debemos creer en que podemos hacerlo. Aletea e impúlsate a lograr lo que deseas.